Cables diplomáticos publicados hace años por Wikileaks han proporcionado nuevas perspectivas sobre cómo la escasez de agua empujó a Siria y Yemen guerras civiles.


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Las conversaciones, analizadas por el medio Reveal del Centro para el Periodismo de Investigación, demuestran cómo la crisis del agua es una creciente preocupación de los líderes políticos y empresariales del mundo, ya que podría provocar disturbios en todo el planeta.

El caso de Yemen

“La escasez del agua han llevado a la gente desesperada a tomar medidas desesperadas con consecuencias desesperadas”, señala un cable enviado por el embajador estadounidense en Yemen, Stephen Seche, en 2009.

Ese año, Seche consideró que la crisis en Yemen era la “mayor amenaza para la estabilidad social en un futuro próximo”. Más adelante, envió un cable nuevo afirmando que 14 de los 16 acuíferos del país se habían secado, un tema que no estaba recibiendo mucha cobertura de prensa, mientras que las aguas subterráneas del país se estaban acabando.

Cabe destacar que el agua subterránea suministra la mayor parte del agua dulce en muchos lugares del mundo, entre ellos  Siria y Yemen. Es esencial para mantener la agricultura, especialmente en las regiones áridas y con pocas lluvias. Al secarse, los agricultores pierden las posibilidades de mantener sus cultivos.

El mensaje de Nestlé

En 2009, los funcionarios de la Embajada de Estados Unidos visitaron la sede de Nestlé en Suiza. Según los cables enviados a Washington, la empresa creía que “un tercio de la población mundial se verá afectada por la escasez de agua dulce en 2025, empeorando y siendo potencialmente catastrófico para el año 2050”.

La compañía es una de las más grandes en el sector alimenticio del mundo y su producción depende del agua dulce directamente. En el mensaje, enviado con el asunto “Olvídate de la crisis financiera mundial, el mundo se está quedando sin agua dulce”, se alertó que los problemas más graves se darían en el Oriente Medio, el norte de la India, el norte de China y el oeste de Estados Unidos.

En ese momento, los funcionarios del gobierno de Siria y Yemen empezaron a advertir a Estados Unidos que sus países estaban colapsando a causa de la crisis del agua.

El inicio de una guerra civil

En setiembre de 2009, el Ministro del Agua de Yemen se comunicó con el embajador norteamericano para afirmarle que los problemas de agua en su país eran una “señal del futuro” y predijo que “el conflicto entre las zonas urbanas y rurales sobre el agua guiarían a la violencia”.

Menos de dos años después, tribus rurales viajaron a la capital, Saná, y se apoderaron de dos edificios: la sede del gerente del Congreso General del Pueblo y las oficinas centrales de la empresa de agua. El presidente se vio obligado a renunciar y se formó un nuevo gobierno.

Sin embargo, los problemas con el agua continuaron y las tensiones por el recurso entre grupos religiosos y las tribus aumentaron, llevándolos eventualmente a una guerra civil.

Arabia Saudita y Siria

El medio Reveal encontró que los documentos relacionados con el agua incluían a Yemen, Nestlé y Arabia Saudita. El columnista del New York Times Thomas Friedman ha analizado anteriormente los cables estadounidenses con anuncios similares enviados desde Siria.

En los mensajes señalan cómo la escasez del recurso desestabilizó al país y colaboró con la guerra que ha provocado que más de 1 millón de personas huyan a Europa. Friedman ha trabajado para demostrar la conexión entre este problema con la migración de los refugiados.

Un cable enviado en el 2008 indica que el rey de Arabia Saudita llamó a las compañías de alimentos a buscar tierras agrícolas con acceso a agua dulce en el extranjero y se comprometió a subvencionar sus operaciones. En ese momento, el embajador de Estados Unidos consideró que el objetivo del rey era “mantener la estabilidad política en el reino”.

Fuente: Revealnews.org
Foto referencial: Flickr.com/Marufish.

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