El Niño Costero de este año ocurrió después de un calentamiento del mar “muy brusco, rápido e imprevisible”. No existe manera de saber si un fenómeno similar ocurrirá en el mediano plazo o si su intensidad podría aumentar con otros factores climáticos, sin embargo, la situación que viven los miles de damnificados en el Perú devela un problema mayor: la carencia de un plan sostenible para el crecimiento de la ciudad.

Muchos peruanos perdieron sus viviendas como consecuencia de los eventos climáticos. En respuesta, el presidente Pedro Pablo Kuczynski estimó que la reconstrucción inmediata de infraestructura en el país costará entre 2 mil y 3 mil millones de dólares. ¿Qué debería priorizarse para construir una ciudad capaz de prevenir o disminuir sus impactos naturales?

1.- “Para hablar de ciudad sostenible, tenemos que hablar de un acceso responsable, regulado y equitativo al suelo”

Sofía García, urbanista.

El paso de los huaicos provocados por las fuertes lluvias destrozaron alrededor de 218 mil viviendas, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional. Algunas de ellas, en donde suelen vivir personas con bajos recursos económicos, estaban ubicadas en quebradas inactivas o en laderas de ríos.

Lima, habitada por casi diez mil millones de personas, sigue en constante crecimiento y, para la urbanista Sofía García, es una ciudad que creció de espaldas a la migración.

“Lo que se hizo durante muchos años fue privilegiar a aquellos que tenían acceso a una tierra formal y no generar herramientas de regulación urbana que permitan que aquellos de menos ingresos también puedan acceder a un mercado formal”, afirma la especialista.

Para García, antes de los eventos climáticos habían muchas personas que tenían una posesión en zonas de riesgo. “Tenemos que dejar de poner la cruz a las personas que estaban al lado de una quebrada (…) No hay suelo al que puedan acceder. Lo que debería hacerse es desarrollar políticas en donde la especulación de tierras no se de”.

En ese sentido, también recomendó tomar en cuenta el movimiento de migración a las ciudades intermedias, como Arequipa y Cusco, debido a su importancia demográfica. «La relevancia toma sentido cuando ves la cantidad de gente que vive en ellas, y las que están migrando a ellas. Hoy tienen una demanda de planificación inmensa«, apuntó.

2.- “Una ciudad sin agua no es sostenible”

Jorge Abad, ingeniero.

Las fuertes lluvias en las partes altas de la ciudad contribuyeron al aumento del caudal del río Rímac, lo que ocasionó desbordes, así como caida de puentes y de construcciones ubicadas en la rivera.

Para el ingeniero Jorge Abad, uno de los problemas principales es que se han construido infraestructuras rodeando el río y sin respetar su flujo natural.

Antes, la gente celebraba cuando habían inundaciones. Era una fiesta porque cuando se desbordaba el río, se  liberaba toda el agua con sedimentos y nutrientes hasta llegar a los valles agrícolas, lo que fertiliza y mejora la tierra”, comenta Abad.

Para el ingeniero, el factor del río que permitiría planificar construcciones sostenibles es la cantidad de sedimentos que se acumulan al fondo del agua, ya que pueden modificar su profundidad o la forma en la que se desarrollan de manera natural.

El consumo del agua en la ciudad de Lima depende directamente del Río Rímac, por ello, para asegurar su acceso es importante invertir en la correcta disposición de infraestructura sostenible.

“Si quieren invertir en infraestructura mayor, primero es importante hacer investigación, saber cómo funciona el sistema: agua, sedimento, nutrientes, morfología nueva. Nosotros no sabemos la intensidad del fenómeno El Niño, pero sí podríamos decir o saber qué escenarios construir para estar preparados”, asegura.

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