La Tercera Conferencia Internacional de la ONU sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) que se realizará en Apia, Samoa del 1 al 4 de setiembre, buscará identificar las necesidades y vulnerabilidad de las naciones isleñas y las oportunidades de apoyo internacional.
Además, tratará de renovar el compromiso político y financiero para seguir implementando las alianzas en curso, establecer nuevas o reforzar las existentes, además de acordar prioridades para el desarrollo sostenible de los PEID que deberán ser consideradas en la preparación de la agenda de desarrollo post-2015.
“El centro ayudará a las industrias energéticas de los países en desarrollo a aprovechar las crecientes oportunidades del mercado de energía sostenible”.
¿Y los refugiados climáticos?
El tema es que dejará de lado un asunto sensible: la propuesta de crear una nueva categoría de “refugiados ambientales”, que huyen de diminutas naciones expulsados por el aumento del nivel del mar.
“No figura en la declaración final”, señaló un diplomático de uno de los PEID. Los países ricos vecinos de esos diminutos estados temen una ola de refugiados, explicó.
La propuesta implicaría enmendar la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de 1951, lo que la convierte en un asunto aún más divisorio.
El documento final, que ya aprobó el Comité Preparatorio de la ONU en julio, se adoptará tras la reunión que se realizará entre el 1 y el 4 de setiembre del presente año en Apia, la capital samoana.
Derechos
Sara Shaw, coordinadora de justicia climática y energía de Amigos de la Tierra Internacional, indicó: “Creemos que los refugiados climáticos tienen derecho legítimo a reclamar asilo y deben ser reconocidos por la convención para los refugiados y recibir protección internacional.”
Lamentablemente, apuntó, las mismas naciones desarrolladas, responsables de emitir la gran mayoría de los gases que causan el cambio climático, se niegan a ampliar la convención para incluirlos.
“Peor aún, tratan de debilitar la protección existente para los refugiados”, añadió Shaw. El primer “refugiado climático” demandante, originario de Kiribati, perdió la solicitud de asilo presentada ante un tribunal de Nueva Zelanda porque la legislación internacional no reconoce al aumento del nivel del mar ni el calentamiento global como causas válidas para iniciar el trámite.
Sin respaldo
AIoane Teitiota, de 37 años, alegó que su isla natal se hundía y que buscaba pasturas verdes y más seguras. Pero el tribunal dictaminó que la convención de 1951, que nunca previó el cambio climático, solo permite solicitar asilo a una persona por “fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas”. El boletín electrónico de la Naciones Unidas cita a François Crépeau, relator especial para los derechos humanos de los migrantes: “No tenemos una legislación internacional, u otro tipo de mecanismo, que permita a las personas ingresar a un estado contra la voluntad del mismo, a menos que sean refugiados.”
Responsables
El primer ministro de Antigua y Barbuda, Winston Baldwin Spencer, señaló ante la Asamblea General de la ONU: “Los pequeños estados insulares son los menos responsables del cambio climático y, sin embargo, sufrimos la peor parte de sus consecuencias.”
Las naciones ricas, apuntó, deben cargar con la responsabilidad moral, ética e histórica por emitir grandes concentraciones de gases de efecto invernadero.
Kristin Casper, de Greenpeace I, señaló: “Es escandaloso que los PEID vayan a perder su territorio para fines de siglo por el aumento del nivel del mar. Está claro que los gobiernos tienen la obligación de disminuir los desastres climáticos”, remarcó.
Acá la web de la conferencia: http://www.sids2014.org/