A pesar de la falta de apoyo económico y la alta delincuencia en el distrito El Agustino, Lima, un grupo de mujeres se junta dos días a la semana para sembrar árboles de Tara a orillas del Río Rímac.

Por iniciativa propia, estas mujeres realizan la ardua tarea de transportar el agua contaminada del Río a un humedal para que se purifique y sea apta para regar sus plantitas.

Ana María Loayza, coordinadora del proyecto, cuenta que hasta el momento han logrado transformar casi 18 mil m2 llenos de basura en un importante “pulmón para el distrito» y han permitido que muchas se conviertan en micro empresarias.

Como consecuencia de esta gran labor y sacrificio, en sus inicios, el proyecto “Cultivo de Tara para forestar áreas degradadas y de riesgo en El Agustino”, contó con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, visitó el distrito durante su visita por el Perú en diciembre del 2013 para conocer de cerca los avances y las medidas implementadas. «Este es un muy buen ejemplo de cómo la sociedad civil y líderes comunales pueden realmente ayudar en la lucha contra el cambio climático”, expresó.

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