Hasta el momento, el fenómeno El Niño ha tenido muchas consecuencias graves en diversas zonas del mundo desde que se anunció en 2015, y a inicios de 2016. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Meteorología (OMM), su intensidad está debilitándose rápidamente y es improbable que se reactive antes de que termine el año.

En este período, las temperaturas en el centro y oriente del Pacífico Tropical superaron la media en más de 2ºC; estos registros son comparables a los años en los que se identificaron los fenómenos más fuertes hasta ahora, como los de 1997 y 1998.

A través de un comunicado, la OMM señaló que las temperaturas durante mayo en esas zonas descendieron entre 0,5ºC y 1ºC por encima de la media y se espera que a finales del mes, regrese a condiciones neutras.

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Esta disminución en las temperaturas es característico de “La Niña”, el fenómeno opuesto que podría causar lluvias por encima de la media en los lugares que sufrieron de sequías. “No podemos asegurarlo ahora mismo, ya que la primavera no es una buena época para hacer predicciones, pero parece que sí sucederá a finales del 2016”, indicó Claire Nullis, portavoz de la OMM.

Por otro lado, Nullis aseguró que el efecto de La Niña y el descenso de las temperaturas no tienen que ser positivos. “¿Son buenas noticias? Depende. Cuando tienes a comunidades gravemente debilitadas por sequías, el riesgo de inundaciones tiende a aseverar la situación”, dijo.

Alrededor de 8 millones de personas viven en una situación de inseguridad alimentaria en Etiopía, que sufre su peor sequía en 30 años. Otros países como Somalia y en América central también viven situaciones similares provocados por El Niño.

Para Nullis, aunque este fenómeno se esté debilitando rápidamente y sus efectos en el clima disminuyan, los impactos en la vida de las personas se mantendrán por mucho tiempo más.

Fuente: EfeVerde.
Foto: Flickr.com/Marufish.

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