El poliestireno, o tecnopor, es un material que no se recicla debido a que simboliza grandes pérdidas económicas. La solución para las cantidades  que se generan a diario podrían estar en el estómago de un pequeño gusano de harina, según un sorprendente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Stanford.

«Existen posibilidades de que las investigaciones importantes salgan de lugares extraños», dijo Craig Criddle, profesor de ingeniería civil y ambiental, que supervisa la investigación de plásticos. «A veces, la ciencia nos sorprende. Estamos en shock.»

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El estudio supervisó la dieta alimenticia de cien gusanos, que comieron cada día entre 34 y 39 miligramos de espuma de poliestireno, similar al peso de una píldora pequeña. Los gusanos convierten la mitad de lo consumido en dióxido de carbono, como lo harían con cualquier fuente de alimento.

La investigación fue realizada por estudiantes de la universidad y co escrita por el ingeniero senior Wei-Min Wu, quien señaló que los resultados “han abierto una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico». Por otro lado, aseguró que los animales se mostraron tan saludables como los que comían una dieta normal.

Los documentos, disponibles en Internet, son los primeros en proporcionar información detallada sobre la degradación bacteriana de plástico en el intestino de un animal.

Foto de portada referencial: Flickr.com/Daniel Lobo

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