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En los últimos días, los incendios forestales en Australia han acabado con 109.000 hectáreas en el este de Australia. Se trata de los peores incendios sufridos por el país en los últimos diez años que, para empeorar la situación, han comenzado antes de lo previsto.

El  Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur advierte que existe la posibilidad de que el calor y los fuertes vientos unan a estos incendios en la zona de Blue Mountains al oeste de Sydney, tres de los más peligrosos registrados en el país.

Signos de cambio

La explicación que se suele dar a la recurrencia de estos incendios es que la flora del continente tiene grandes cantidades de aceite de eucalipto combustible. Esto sería particularmente peligroso en épocas de calor intenso. Siendo el alza de las temperaturas sería una consecuencia del cambio climático.

Sin embargo, los incendios forestales de los últimos años se han vuelto más largos e intensos. David Bowman, profesor de ecología forestal en la Universidad de Tasmania, declaró a CNN que esto se debe a que por las noches el fuego arde tan ferozmente como durante el día.

Bowman, quien ha estudiado incendios forestales por más de treinta años, atribuye este hecho a las temperaturas por encima del promedio que se registran en las noches.

¿Un debate politizado?

El vínculo entre los incendios y el cambio climático puede resultar problemático para el recientemente elegido  Primer Ministro Tony Abbott, quien planea derogar un impuesto de emisiones de carbono aplicado a los mayores emisores de gases de efecto invernadero en el país.

Expertos en temas climáticos han manifestado su inquietud. Christiana Figueres, responsable del Clima de la ONU, afirmó que sí existe un vínculo entre los incendios y el cambio climático.

«La Organización Meteorológica Mundial no ha establecido un vínculo directo entre este incendio forestal y el cambio climático – todavía.”

«Pero lo que es absolutamente claro es que la ciencia nos está diciendo que cada vez hay más olas de calor en Asia, Europa y Australia, que éstas continuarán, continuarán en su intensidad y su frecuencia.» Declaró Figueres a CNN.

«Realmente ya estamos pagando el precio del carbono» agrego. «Estamos pagando el precio con los incendios forestales, que están pagando el precio con la sequía.»

Por su parte, el Ministro del Ambiente de Australia, Greg Hunt se ha negado a establecer un vínculo entre los recientes acontecimientos y el cambio climático. Ha declarado a diversos medios del país que nadie debería politizar la emergencia que constituyen los incendios forestales.

Esta crítica va dirigida directamente a Adam Bandt, líder del partido verde, quien ha puesto sobre la mesa el hecho de que el gobierno retroceda en sus políticas de mitigación mientras que Australia ya siente los efectos del cambio climático.

El Primer Ministro Tony Abbott rechazó hace algunas horas los argumentos de la funcionaria de la ONU, afirmando que los incendios son algo que se da en la vida de Australia.

 

 

 

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