Un recorte de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de al menos un 40 %, una cuota de renovables de al menos el 27 %, y otro 27 % de eficiencia energética, son las principales medidas del acuerdo energético alcanzado esta pasada madrugada en Bruselas por los líderes de la UE para 2030.

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El acuerdo ha sido ya calificado por grupos ecologistas como “insuficientes” y “muy por debajo de lo que se necesita y de lo que Europa podría hacer para combatir el cambio climático”.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, reconoció al anunciar la decisión que ésta no fue fácil, al tiempo que la calificó de “justa” porque las medidas son “ambiciosas” y “efectivas desde el punto de vista del coste”.

La UE ofrece un compromiso con antelación a la cumbre del cambio climático de la ONU que se celebrará en París en diciembre de 2015, afirmó.

Según el líder belga el acuerdo “llega en un momento de revisión de las políticas energéticas de la Unión. Y tras la crisis de Oriente Medio y Ucrania, hemos visto que hay que reducir la dependencia energética” de los socios comunitarios. Destacó que se basa en la justicia, porque todos los países contribuyen en función de su prosperidad y su capacidad, la solidaridad porque hay apoyo adicional para los países con renta per cápita inferior a la media y un espíritu de empresa porque el dinero tiene que gastarse de manera rentable.

Connie Hedegaard

En relación al acuerdo la ex comisaria de cambio climático, Connie Hedegaard, dijo: ” El comisario de acción climática de la UE está muy orgulloso de que los 28 líderes de la UE, a pesar de la incertidumbre económica y otras crisis internacionales graves,  hayan sido capaces de conseguir su acto juntos en este desafío climático presionando.

Un esfuerzo de reducción de CO2 del 40% en Europa no es una tarea fácil. Sólo se puede lograr a través de una transformación importante en todos los sectores de la sociedad. Es por eso que la decisión de los líderes de la UE al adoptar la propuesta de la Comisión es un ambicioso e importante paso adelante. Importante no sólo para Europa y los europeos, sino también para el resto del mundo. Hemos enviado una fuerte señal a otras grandes economías y todos los demás países: hemos hecho los deberes, ahora le instamos a seguir el ejemplo de Europa, ha destacado Hedegaard

Con el fin de sacar a Europa en el camino correcto hacia una sociedad baja en carbono, es extremadamente importante que los líderes también aceptaron las energías renovables objetivo vinculante a nivel de la UE al igual que la Comisión propuso. Y es bueno que acordaron hacer más en la eficiencia energética, aunque en este caso la Comisión quería más ambición. Pero ahora la dirección hacia 2030 se ha establecido. Los Estados, las regiones, los municipios, las empresas, los inversores y los ciudadanos ya todos sabemos hacia dónde nos dirigimos. Este es un muy buen día para la política del clima de Europa. ‘”

La crítica de los ecologistas

Representantes de organizaciones ecologistas como Oxfam o Friends of the Earth Europe calificaron el acuerdo de los Veintiocho de insuficiente y de estar muy por debajo de lo que Europa podría hacer para combatir el cambio climático.

Amigos de la Tierra ha recordado que el 40% de reducción de gases de efecto invernadero para 2030 no es suficiente para llegar a una economía sin emisiones en 2050, y además deja de lado la oportunidad económica que representa la lucha contra el cambio climático.

En esta línea, para no dejar los objetivos propuestos en entredicho, las conclusiones del Consejo ni siquiera han mencionado el peligro que representa sobrepasar los 2ºC de calentamiento. El impacto económico de un objetivo tan poco ambicioso será muy negativo. Por esta razón la asociación insiste en aumentar el objetivo y enviar una señal positiva al resto del mundo de cara a las negociaciones de la Cumbre de Cambio Climático, que tendrán lugar en París en 2015.

El acuerdo “no hace nada” por reducir la dependencia de Europa de los combustibles fósiles, ni acelera el periodo de transición hacia un futuro de energías limpias”, consideró uno de los dirigentes de Friends of the Earths, Brook Riley, en un comunicado.

Dijeron que no está clara la forma de implementar la medida y señalaron que el objetivo de ahorro energético del 27 % en 2030 “es solo indicativo”.

Natalia Alonso, subdirectora de campañas de Oxfam, consideró que el acuerdo para reducir las emisiones de CO2 es un primer paso que está “muy lejos de lo que la UE puede hacer en la lucha contra el cambio climático”.

Para esta responsable de Oxfam también es insuficiente al poner “un mayor peso sobre los países más pobres y más afectados por el cambio climático, y menos responsables de la crisis”.

Con el establecimiento de estas medidas, los líderes europeos están obviando los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, IPCC, que alertan de la acción humana como máxima responsable de los impactos del calentamiento global. Por otro lado, tampoco proporcionarán incentivos para impulsar tecnologías bajas en carbono por parte de la industria europea, por lo que Europa seguirá dependiendo de las energías fósiles en un contexto político inestable.

Poco ambiciosos

Greenpeace considera que los objetivos fijados por el Consejo Europeo son poco ambiciosos, desaceleran los esfuerzos para impulsar la energía renovable y mantienen a Europa dependiente de los combustibles fósiles.

“La lucha global contra el cambio climático necesita un cambio radical, pero lo que la UE está ofreciendo es un mero parche. Los ciudadanos de toda Europa quieren energías más limpias (1) y lo que están haciendo los gobiernos es poner el freno al sector renovable. Europa puede y debe hacer más por detener los impactos más devastadores del cambio climático”, ha manifestado Marina Bevacqua, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.

Jason Anderson, Responsable de clima y energía de la oficina europea de WWF, afirma: ‘Los líderes europeos están sacrificando nuestro futuro apostando por una política corta de miras. El resultado de hoy parece destinado a contentar los intereses de la vieja economía, a costa del bienestar de los ciudadanos y de las industrias del futuro. Las grandes empresas contaminantes encontrarán estas conclusiones acorde a sus propios intereses, ya que les evita tener que pagar un precio por su contaminación durante al menos otra década’.

Con unos objetivos de renovables y de eficiencia energética ligeramente superiores a la tendencia actual, y con un mercado de carbono que permanecerá irrelevante durante una década, los esfuerzos europeos para combatir el cambio climático y avanzar en las energías limpias han quedado debilitados por la postura del Consejo Europeo.

Los próximos meses serán cruciales para evitar las peores consecuencias de esta decisión. La UE tendrá que revisar su objetivo, tal y como está pidiendo que hagan otros países. Aquellos Estados miembros de la UE que ven los beneficios de tomar medidas  por el clima tendrán que llenar los vacíos legales europeos con su política interna, pero esta acción será limitada ya que se necesita una respuesta política a nivel europeo.

Para Samantha Smith, Líder de la iniciativa global de clima y energía de WWF: “Estos objetivos son totalmente insuficientes. Estamos frente al que probablemente sea el año más caluroso de la historia, con olas de calor e inundaciones asolando a Europa mientras los países en desarrollo están sufriendo impactos aún más graves. Los países europeos tienen que establecer objetivos dirigidos a lograr una transición rápida y justa hacia un modelo energético basado en las renovables y la eficiencia energética. Hasta que no lo hagan, no podrán considerarse líderes climáticos”

Interconexiones eléctricas

En materia de interconexiones eléctricas, los líderes europeos se marcaron un objetivo no vinculante del 15 % para 2030.

“Hay un acuerdo de seguir adelante de manera muy concreta. Detrás los objetivos indicativos, hay proyectos concretos que definiremos”, señaló Van Rompuy, quien destacó que la Comisión Europea (CE) tendrá ahora que supervisar el avance de los proyectos e informar al Consejo.

Por su parte, el presidente de la CE, José Manuel Barroso, que al igual que Van Rompuy, participó en su último Consejo Europeo antes del relevo en ambas instituciones, destacó que el acuerdo se ha alcanzado por unanimidad.

Aseguró que las medidas son eficientes para luchar contra el cambio climático y afirmó que “nadie en el mundo es tan ambicioso como la UE para luchar contra el cambio climático”.

Dijo que se va a pasar de un recorte de CO2 del 20 % en 2020 al 40 % (de CO2) a un 40 % en 2030, lo que supone duplicar los esfuerzos y, además, es un objetivo “alcanzable” para la competitividad europea, que llevará a una menos dependencia exterior de los combustibles fósiles.

“El objetivo es que de verdad se pueda tener un mercado único de la energía”, afirmó Barroso.

 EFEverde

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