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Texto de Diego Pérez*

Por cuarto año consecutivo el río Ucayali se desbordó, llevándose todo lo que encontró a su paso. Los pobladores antiguos del distrito de Padre Márquez en Loreto están desconcertados, pues antes, las grandes crecientes que producen desbordes se veían cada 10 años.

Más que las perdidas económicas por la destrucción de infraestructura (como ocurriría en ciudades o pueblos de la costa, la sierra y las grandes ciudades de la selva) la mayor pérdida, y quizás las más dolorosa para la población local, es la de sus cultivos.

No importa si se trata de comunidades nativas o poblaciones mestizas la inundación afecta a todos por igual, ya que tan lejos a orillas del Ucayali, el alimento de todos los días, así como uno de los principales ingresos económicos proviene de la chacra, y este es complementado con el pescado, la carne de monte o la madera.

Cecilio Soria, un reconocido dirigente indígena shipibo (uno de los fundadores de AIDESEP) y actual encargado de Imagen Institucional de la Municipalidad de Padre Márquez, es claro al respecto, “la economía del poblador amazónico, indígena o mestizo, está muy ligada al plátano, si no hay plátano no hay comida, no hay curiqui (dinero)” y el plátano, junto con la yuca (el otro pilar de la economía amazónica) es uno de los cultivos más afectados por las inundaciones.

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Otro grave problema que causan estas inundaciones sobreviene al momento que baja el agua y empiezan a subir los casos de diarrea en los más niños y en los ancianos. Además, los cuerpos debilitados de toda la población, por la falta de alimento (y dinero) son presa fácil de enfermedades como la tuberculosis, y para colmo de males, los charcos de agua estancada que quedan por todos lados, son el criadero de zancudos que transmiten el dengue. Todo un set completo de secuelas desastrosas.

Año tras año, golpe tras golpe

De acuerdo con Duarte Gonzales Ruiz, Alcalde de Padre Márquez, el problema con las inundaciones actuales, más que su intensidad (que ha venido bajando desde 2011 donde el rio subió hasta 20 metros por encima del nivel de desborde) es su frecuencia, pues ahora este fenómeno ocurre todos los años, repitiendo el ciclo de destrucción de cultivos, arruinando la economía local y luego enfermando a sus habitantes más vulnerables, debilitándolos aún mas,  haciendo que la recuperación sea lenta y difícil.

Frente a esta situación, ya desde la gestión municipal anterior, se ha intentado en reubicar a las poblaciones ubicadas en las riberas del río hacia zonas más altas donde no llega el agua, sin embargo no han tenido mucho éxito, pues la gente no está dispuesta a moverse, incluso luego de la migración generada por la gran inundación del 2011 los pobladores volvieron a sus antiguas casas y tierras.

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De Paoyhan a “Nueva York”

Uno de esos casos en que la población no ha querido moverse, a pesar de tener disponibles tierras más altas es el de la Comunidad Nativa de Paoyhan, donde sus cerca de mil habitantes, han preferido quedarse, inundados pero quedarse.

Paoyhan es una de las comunidades más grandes del pueblo shipibo y en ella, como en casi todo el distrito, la gente vive a escasos metros del cauce del río, sin embargo, su territorio contiene también tierras altas a dos horas a pie, donde se proyecta que algún día viva la población, este lugar se llama Nuevo Paoyhan, pero la gente le dice de cariño y con mucho sentido del humor “Nueva York”.

Miguel Ochavano, chamán y antiguo poblador de Paoyhan, nos explica porqué no se quieren mover “es bien difícil que nos vayamos a la altura porque está lejos del río, lejos del pescado que es nuestra principal fuente de alimento, además este es nuestro lugar, nuestros abuelos y padres están enterrados aquí”.

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Notas finales

A pesar que no existen estudios científicos que demuestren al 100% que este fenómeno (que apunta a convertirse en un hecho recurrente) es producido directamente por el cambio climático, si existe un consenso entre la población local sobre lo distinto que es el tiempo actual, versus el tiempo que conocieron hasta años recientes.

Lamentablemente el caso de las inundaciones en Padre Márquez (y más específicamente de la CCNN Paoyhan) no es único, pues a lo largo del río Ucayali, especialmente en su parte baja (de Pucallpa hacia Loreto) otros distritos, con una población que alcanza varias decenas de miles de personas corren la misma suerte.

Quizás en diciembre de este año, mientras se esté cocinando algún acuerdo para no estar de acuerdo en la COP de Lima, se esté gestando un quinto desborde del río Ucayali y nosotros, a lo lejos, seguiremos viviendo como si tuviéramos un “Nueva York” a donde ir cuando la cosa sea insostenible.

Algunos datos

Tras el desborde ,del Ucayali del 2011 unas 58 mil personas resultaron afectadas 43.571 hectáreas de cultivos fueron destrozadas y otras 50.000 gravemente dañadas.

El distrito de Padre Márquez tiene una población aproximada de 6000 habitantes.

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